Rescatando discos: T. Rex – Electric Warrior

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Rescatando Discos_T. Rex - Electric Warrior

A lo largo de la historia de la música podemos encontrar una innumerable cantidad de artistas y bandas que a pesar de su aporte único e influencia, por alguna razón no reciben el crédito que merecen. Este es el caso de T. Rex, una banda que probablemente dio inicio al movimiento Glam Rock que explotó en los setenta y que a menudo es olvidada.

Marc Bolan fundaría la banda que inicialmente era conocida como “Tyrannosaurus Rex” en 1967, con un sonido orientado al Folk con guitarras acústicas pero a su vez incluyendo uno de sus elementos más distintivos, los bongos. En 1970, cuando muchas pequeñas bandas en el Reino Unido trataban de alcanzar el reconocimiento de The Beatles o The Rolling Stones, “Tyrannosaurus Rex” se convertía en T. Rex y con ello se daría inicio al desarrollo de su formula única que incluía ambos elementos, dejando atrás sus raíces Folk. Al año siguiente del drástico cambio, Electric Warrior vería la luz, convirtiéndose así en uno de los discos más influyentes jamás registrados.

¿Pero qué hace a Electric Warrior un álbum excelente? Un disco no es catalogado como “de culto” cuando unos pocos elementos en el funcionan bien y en el caso de Electric Warrior son casi todos sus elementos los que le hacen acreedor a este título. La primera característica que merece ser destacada es que a lo largo del disco T. Rex trata de alcanzar una gran variedad de campos del Rock, partiendo de canciones pesadas y reposando en canciones un poco más lentas, y hacen un trabajo impecable en esta tarea que muchos artistas suelen suspender. También es digno de destacar el aporte que Bill Legend hace en la batería y la notable labor de Mickey Finn con los bongos y percusión africana.

Marc Bolan poseía una de las voces más dinámicas y penetrantes que la música ha visto en las últimas décadas, con un estilo de canto distintivo y casi “suspirante”, el cual muchas veces es comparado con David Bowie. Esta comparación no es necesariamente errónea ya que ambos artistas eran amigos y la influencia que cada uno tuvo sobre el otro se percibe con el más mínimo de los esfuerzos. Pero si a la fantástica interpretación vocal de Bolan le agregamos letras sutilmente cargadas de contenido sexual como en Bang A Gong (Get It On) y la línea de bajo llena de estilo de Steve Currie en Jeepster, el disco comienza a tomar otro aspecto, algo un poco más psicodélico, un poco más poético.

Usualmente es difícil que un disco de Rock se destaque si este carece de magníficos riffs de guitarra. Sin embargo, Bolan es prácticamente poseído por las guitarras exponiendo de alguna manera aún más su extraña obsesión sexual y lo que hace está tan cerca de la perfección como es posible, bien sea en la guitarra eléctrica o en la acústica. El disco también incluye algunos instrumentos de viento que ayudan a darle a T. Rex un sonido que hasta entonces no había sido producido, y es que por supuesto, Tony Visconti realiza una producción digna de toda admiración.

De esta manera el disco captura el minimalismo que el Rock solía tener en sus inicios y se hace imprescindible para cualquier amante de la música.

Archivado en Electric Warrior, Glam Rock, Opinión, T. Rex
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