La espera ha merecido la pena. Después del parón realizado en el verano de 2012, (la coincidencia con los Juegos Olímpicos supuso un déficit de urinarios portátiles en el Reino Unido) el festival Glastonbury vuelve con más fuerza que nunca.
Ubicado en el pequeño pueblo de Somerset, en el sur de Inglaterra, todo lo que rodea a Glastonbury implica cifras que asustan: 135.OOO entradas vendidas en menos de dos horas, un precio de 240 euros y más de 50 artistas invitados. Ahí es nada.
El festival, que tendrá lugar entre el 28 y 30 de junio, ha presentado su impactante cartel hace apenas unos días, en el que destacan nombres como Mumford & Sons, Arctic Monkeys, Vampire Weekend y una de las mayores sorpresas de la temporada: Los Rolling Stones.
Tras cinco años fuera de la escena pública, Sus Satánicas Majestades reaparecieron en 2012 para celebrar sus 50 años de historia con la publicación de un álbum recopilatorio, varios documentales y el anuncio de una nueva gira, 50 & Counting, que incluso les ha valido la nominación a un Brit Award al mejor directo.
Los británicos, que nunca habían pisado el famoso escenario en forma de pirámide, confirmaban su asistencia vía Twitter: “No puedo esperar para actuar en Glastonbury. ¡Tengo mis botas y mi tienda!”, en palabras de Mick Jagger, que a sus 69 años es la viva imagen de lo que Glastonbury representa: vitalidad, energía y buena música.