Rescatando Discos: Dissection – Storm of the Light’s Bane (1995)

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“Si la muerte tocara en un grupo, sería en Dissection”. No recuerdo si la cita es de una revista, si los propios miembros del grupo lo dijeron en algún momento o si era publicidad de la discográfica, pero es cierto que la leí en alguna parte y pensé que tenía razón. Este es un disco que cambió la forma de entender el black y el death metal para muchos, y es que en Suecia siempre han hecho las cosas de forma un poco diferentes a sus primos de Noruega. Este disco es una experiencia auditiva que os invitamos a descubrir.

dissection storm of the light's baneCorría el año 2000, más o menos. Yo estaba a la caza de material nuevo para mis oídos, estábamos en pleno boom del power metal europeo y mis sobresaturados oídos buscaban un cambio a la desesperada. Recuerdo haber estado buceando entre las estanterías de CDs de mi tienda de discos habitual de por entonces y de repente toparme con la portada de este disco. En sí y si sólo hubiera contenido la imagen de la Muerte vestida de negro a lomos de su corcel, pues no hubiera sido tan impresionante. Pero súmale las montañas nevadas, súmale los tonos azules y purpúreos, y os aseguro que la sensación cambia.

Sé que lo tuve un rato en la mano, mirándolo indeciso. La parte morbosa que todos llevamos dentro me instaba a que me lo llevara, pero mi cerebro de diecisiete tiernos añitos me decía que lo dejara donde lo había encontrado. Una parte de mí (cuesta creerlo si pienso en lo curtidos que tengo los tímpanos hoy en día) no se lo quería llevar porque tenía miedo de que fuera demasiado. Pues menos mal que me lo llevé a casa, porque aquel día un mundo nuevo se abrió ante mis ojos. Dissection me llevaron a descubrir a Eucharist (A Velvet Creation está entre mis favoritos de su género) y Sacramentum (Far Away from the Sun es un clásico), y de ellos pasé a grupos como Naglfar (Vittra es una maravilla).

Hagamos primero un poco de historia. Dissection nacieron de la mano de Jon Nödtveidt (guitarra y voces), Ole Öhman (batería), Peter Palmdahl (bajo) y Mattias Johansson (guitarra) en 1990 cuando cambiaron su nombre original de Siren’s Yell. En 1993 editaron su primer disco (The Somberlain). En 1994 se les unió el guitarrista Johan Norman y un año después editaron este disco. En 1997 se encarceló a Jon Nödtveidt por asesinato y el grupo se disolvió cuando el resto de integrantes decidieron que no querían tener nada que ver con alguien como Nödtveidt. No obstante, desde la prisión el guitarrista y vocalista hacía lo imposible por mantener Dissection con vida, lo que resultó en una reunión con otra formación en 2002 tras la excarcelación de Nödtveidt (siendo además el único miembro original), la edición del disco Reinkaos en 2006 y el suicidio de Nödveidt ese mismo año, que puso un punto final definitivo a Dissection. Quienes lo conocían no descartan que el suicidio estuviera planeado desde que salió de la cárcel.

Dissection band

Tras los detalles escabrosos, voy a intentar explicaros por qué esto es una obra de arte independientemente de que uno de los implicados fuera un tipo al que era mejor tener bien lejos. Cuando pones el disco, pulsas play y At the Fathomless Depths suena con esas cadencias ominosas, esos timbales sonando en el fondo y esas melodías cuasi neoclásicas, este tema introductorio te atrapa haciendo uso de algo tan elemental como el miedo. Vamos a reconocerlo, da miedo. Suena como un descenso a los infiernos. A pesar de que a día de hoy cada vez que lo escucho estoy esperando impacientemente a que rompa en la primera canción propiamente dicha, en su momento casi me asustaba lo que pudiera venir después.

Cuando Night’s Blood entra encadenada con ese derroche de potencia y energía, lo que tienes ante ti no es el típico disco de black metal. Tampoco es un disco de death metal sueco. Es otra cosa, es un híbrido de los dos estilos hecho con mucha maestría. Otra cosa por la que destacan en este disco es por esas partes de guitarra armonizadas y en cierto modo sinfónicas, muy al estilo del In the Nightside Eclipse de los noruegos Emperor. La sensación de frío, de estar abandonado sin ninguna clase de recursos en un páramo helado es palpable desde que termina la intro hasta que el disco se cierra con la pequeña instrumental No Dreams Breed in Breathless Sleep, algo que en su primer disco (The Somberlain) no conseguían. Es más, en comparación, su primer álbum suena casi infantil y no te los llegas a tomar en serio. En cambio, Storm of the Light’s Bane te hace ser consciente de que Dissection son algo auténtico y no un experimento de adolescentes cabreados. Los poco menos de 55 minutos que dura este disco son una gran inversión de tu tiempo en música.

A pesar de que es un disco del que no me sobra ningún tema en absoluto, hay tres que particularmente me encantan y que son Night’s Blood, Soulreaper y Where Dead Angels Lie. Este último se merecería un análisis para él sólo, y es sin duda lo mejor que Dissection llegaron a componer a lo largo de toda su historia.

Es un clásico y es un diez absoluto. Uno de esos discos a escuchar antes de morir.

Archivado en Black Metal, death metal, Dissection, Heavy Metal, Jon Nödtveidt, Metal, Rescatando Discos, Storm of the Light's Bane
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