Al contrario de lo que uno pueda imaginar,la preocupación no viene por los pobres números de los discos viejos, sino que la industria musical está preocupada por que los discos viejos venden más que los nuevos. Esto es cierto, al menos, en el apartado digital. Así nos lo hacía saber ayer la web de Music Business Worldwide que nos presentaba una serie de datos muy interesantes sobre las ventas en los últimos años, tanto en el apartado físico como el digital.
La alarma ha saltado porque durante todo el año 2014, y por primera vez en mucho tiempo, las ventas digitales de álbumes de catálogo (así llaman las discográficas a los discos viejos) han superado en ingresos a las ventas físicas en Estados Unidos. Para Tim Ingham, autor del artículo mencionado anteriormente, la duda está entre si esto se debe a que la gente empieza a preferir consumir los últimos lanzamientos en plataformas de streaming antes que realizar compras digitales; o si en cambio, la culpa la tiene un menor interés del público hacia las novedades.
Los datos
- En los últimos 10 años, las ventas físicas de “discos actuales” han descendido en un 80%, mientras que las del catálogo han sufrido un descenso del 67%.
- En el apartado digital, el descenso obviamente no es tan alarmante, pues es un formato de reciente creación. Pero 2014 es la primera vez que las ventas descienden. Dicho descenso es de un 15% para los discos actuales frente apenas un 3% del catálogo.
Así pues, parece evidente, que en el desolado paraje de la industria musical, los discos viejos están aguantando mejor el chaparrón. Tal es así, que Inghman prevé que para 2016, incluso puede que en durante este 2015, se cambien las tornas, y sea el catálogo el culpable de la mayor parte de los ingresos.
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