Actualmente vivimos un poco saturados musicalmente, o al menos esa es la impresión que me da. Multitud de grupos nuevos saltan a escena y, al margen de si le ponen más o menos empeño e ilusión, es difícil que saquen algo que merezca la pena. Y no porque no tengan calidad, si no porque cada día es más difícil innovar en el complicado y casi siempre caprichoso universo en el que se ha convertido el negocio de la música en estos últimos años.
Menos mal que, muy de vez en cuando, aparecen algunas excepciones como The xx, otrora cuarteto londinense difícil de encasillar y más si no se es amante de las etiquetas, aunque se podrían denominar indies. Oliver Sim y Romy Madley-Croft, a comienzos de la pasada década, fueron los miembros fundadores de esta elegantísima banda, uniéndose Baria Qureshi en 2005 y Jamie Smith en 2009 para completar la formación actual. Recientemente Qureshi abandonaba la banda, quedando la formación en trío. Con solamente dos discos a sus espaldas, xx (2009) y Coexist (2012), la banda ha conseguido meterse en el bolsillo a miles de fans de todo el mundo.
xx, el debut
El primer largo de The xx, publicado en 2009, probablemente sea el mejor de los dos discos que ha sacado el cuarteto británico. Dejando a un lado las historias personales asociadas a este disco e intentando ser lo más objetivo posible, hay que decir que su inicio es sublime, manteniendo la intensidad a lo largo de sus casi 40 minutos de duración. Destacan canciones como Crystalized, VCR, Islands o Shelter. xx es un disco que se escucha del tirón y pide a gritos una nueva escucha. Adictivo, sublime y redondo. Cargado de lirismo, con letras evocadoras, acumula pasajes de una elegancia incontestable, con guitarras cargadas de arpegios, teclados, ritmos y líneas de bajo hipnóticas envueltas en la suave voz de la vocalista Romy, que comparte las tareas vocales con el bajista Oliver Sim.
Un disco magistral con una edición que incluye un bonus disc en el que podemos encontrar una versión de Teardrops, canción interpretada originalmente por Womack & Womack, que combina el respeto por la versión original con ese toque personal tan característico de la banda. Muy recomendable su escucha si sois amantes de los sonidos preciosistas y no tenéis prejuicios musicales, claro.
Coexist, la consolidación
Este año 2012 fue el elegido para la publicación del segundo largo de The xx, Coexist. Mucho más tranquilo y relajado que el primer disco, es también más denso y requiere de una digestión lenta. Una vez asimilado el disco, la percepción cambia totalmente con respecto a la primera escucha. No es tan adictivo como el disco de debut, pero mantiene el tipo sobradamente. Destacan temas como Angels, Unfold, Try o Chained, por poner solo tres, aunque el disco no defrauda en ningún momento.
En este su segundo lanzamiento la banda ha perdido el factor sorpresa que supuso xx, lo cual no quiere decir que la calidad se resienta en ningún momento. Además, los que tenían expectativas de encontrarse una continuación o incluso un sucedáneo de su anterior entrega discográfica, han comprobado que el ahora trío ha sabido reinventarse y evolucionar en su sonido, hecho más que loable y que demuestra que la calidad en las canciones prima sobre la consecución de un éxito fácil.
The xx tiene un excelente presente y gran futuro por delante. De momento, han pasado la barrera del segundo disco, generalmente el escollo más importante en la carrera de las bandas que tienen tanto éxito con su primer lanzamiento. Esperemos que sigan manteniendo el alto nivel que están demostrando y que pronto podamos disfrutar de una nueva entrega discográfica. De momento tienen confirmada su actuación para el SOS 4.8, como ya os contaba mi compañero Francisco hace unos días. En Xombit Music nos gustaría saber vuestra opinión: ¿conocíais a The xx? ¿qué os parecen?
