Corren buenos tiempos para Band of Horses ya que la acogida de su nuevo disco, Mirage Rock, está siendo bastante buena, tanto por parte de la crítica como por parte del público. En la lista del Reino Unido se ha situado en el vigésimo puesto de la lista de álbumes más vendidos, mientras que en Estados Unidos, Mirage Rock ha alcanzado el puesto número 13 en la lista de ventas. En España, su vigésimo cuarto puesto se antoja más que respetable. En cuanto a la venta de entradas para sus conciertos, es rara la fecha en la que no se cuelga el cartel de No hay billetes.
Mirage Rock es el cuarto álbum de estudio de Band of Horses, banda liderada por Ben Bridwell (guitarra, voz) y Mat Brooke (guitarra). Grabado en los estudios Sunset Sound de Los Ángeles, cuenta con la producción de Glyn Johns, quien ha trabajado con artistas como The Beatles, Bob Dylan, The Rolling Stones, Led Zeppelin, The Who o Eric Clapton. Sus discos anteriores son Everything All the Time (2006), Cease to Begin (2007) e Infinite Arms (2010). El nuevo disco fue lanzado el pasado 18 de septiembre en varios formatos, aunque anteriormente pudiéramos disfrutar de una preescucha en SoundCloud.
Formatos de edición de Mirage Rock
CD estándar, que incluye los 11 temas del disco.
CD deluxe en edición limitada, que incluye 11 temas más un bonus disc con cinco canciones inéditas grabadas en los estudios Sonic Ranch de El Paso, Texas. Además, contiene un código de acceso a contenido exclusivo en la página web de la banda.
Vinilo estándar de 180 gramos con carpeta desplegable. Incluye póster de 24″x24″ y código para descargar el álbum en formato MP3.
Vinilo deluxe en edición limitada. El vinilo es de 180 gramos, con carpeta desplegable. Incluye póster de 24″x24″ y código para descargar el álbum en formato MP3. Incluye código para descargar en MP3 las cinco canciones inéditas grabadas en los estudios Sonic Ranch de El Paso, Texas. Además, contiene un código de acceso a contenido exclusivo en la página web de la banda.
Descarga desde iTunes, que incluye los 11 temas del disco más una canción (Ego Nightmare) que solamente está disponible para descargar a través de iTunes.
Crítica de Mirage Rock
En lo que al disco se refiere, he de decir que para mí es el mejor que han lanzado Band of Horses hasta la fecha. Aunque la mayoría piensa que no supera a su predecesor, Infinite Arms, hay que darle varias escuchas para saborearlo plenamente. Se nota que la banda ha alcanzado una madurez musical y compositiva notable y que no se han querido encasillar en hacer versiones del mismo disco una y otra vez, lo que supone una actitud muy loable. Las letras, como siempre, crípticas. Según Bridwell, cantante y compositor principal, las letras fluyen en su cabeza en determinados momentos, que aprovecha para escribir, así que ni él mismo puede desvelar el significado de las mismas, ya que describen momentos muy abstractos de sus experiencias vitales.
En cuanto a las canciones que componen el disco, las vamos a ir desgranando por orden de aparición. La primera canción del disco, Knock Knock, es la elegida como primer single del nuevo disco. Una canción redonda de principio a fin, que destaca por su ritmo pegadizo y sus palmas al más puro estilo mod, siendo uno de los pilares básicos que sustentan el álbum, con una letra y un rimo épicos. Es una de esas canciones que permanecen en la cabeza durante un buen rato y que no puedes parar de tararear, suponiendo un gran inicio de disco. La segunda canción, How to Live, es una oda a las relaciones humanas, con un ritmo muy rocanrolero al más puro estilo americano. Le sigue Slow Cruel Hands of Time, una de las piezas más bellas e intimistas del álbum, en la que las guitarras acústicas se unen a una letra bastante melancólica sobre los efectos del paso del tiempo en nuestras vidas. Sencillamente, magistral.
Una vez que el álbum va cogiendo cuerpo, nos encontramos con el cuarto corte, A Little Biblical, una píldora de casi tres minutos que describe la vida como una parábola bíblica. Las guitarras hacen acto de presencia en un corte con un ritmo endiablado y unos riffs que resonarán en nuestra cabeza durante un buen rato. Después de esta canción nos encontramos con Shut-In Tourist, otro corte acústico precioso donde las guitarras acústicas y la mandolina hacen acto de presencia en una canción que reflexiona sobre aquellos momentos en los que decidimos cambiar aquello que hacemos mal. Unos coros soberbios nos acompañan durante toda la canción, que la verdad es que da pena que se acabe aunque sobrepase los 4 minutos de duración. Sigue el disco con Dumpster World y sin darnos cuenta vamos ya por la mitad del mismo, encontrándonos con una canción con dos partes bien diferenciadas, una primera parte bastante tranquila, con reminiscencias a los crooners clásicos americanos y que de repente estalla dando paso a unos potentes riffs de guitarra, secundados por la voz de Bradwell y unos coros excelentes que dan solidez a la canción.
La canción siguiente, Electric Music, supone un cambio de tercio, en el que el rock de raíces americanas será el protagonista más absoluto, al más puro estilo de Tom Petty & Heartbreakers, con esa combinación de guitarras acústicas y eléctricas que tan buen resultado da. Canción con ritmo algo macarra, incluso sleazy, cuya letra es una oda a los tópicos de mujeres, alcohol, velocidad y el mundo outlaw, al más puro estilo de Sons of Anarchy. Tras esta canción volvemos a la calma y a las raíces de la música americana más profunda. Guitarras acústicas y panderetas dan forma a Everything’s Gonna Be Undone, un corte que recuerda a los temas clásicos del folklore americano que Neil Young ha versionado en su reciente álbum Americana, disco criticado por muchos pero del que me considero un gran admirador.
Ya hemos quemado otra etapa del álbum y nos topamos con Feud el mejor corte del álbum y probablemente una de las mejores canciones que Bridwell haya escrito nunca. Una letra arrebatada sobre todo aquello que decimos cuando una relación se acaba y nos toca la peor parte. Un himno que seguramente se convertirá en una pieza fundamental de sus directos. Una vez que se acaba la tempestad llega la calma con Long Vows, donde el pedal steel hace acto de presencia y una letra descorazonadora sobre una relación que pudo ser y no fue es la protagonista de esta triste historia, que acaba con una frase lapidaria: You find yourself babe, Back in the whole from which you came. Sin darnos cuenta casi nos hemos acabado el disco y empieza a sonar el último corte, Hearbreak on the 101, otra de las canciones más destacables del álbum, con una interpretación vocal sublime, acompañada de una letra triste y melancólica, combinada con una instrumentación extraordinaria. Un perfecto cierre para un disco que debe de estar entre los mejores del año 2012.
Como os comentaba, la versión que podemos descargar desde itunes incluye un corte exclusivo, Ego Nightmare, que destaca por su ritmo rocanrolero y hasta surfero en algunos momentos, con unos coros destacables. En las versiones deluxe de Mirage Rock encontraremos un disco con cinco canciones inéditas: Mirage Rock, Irmo Bats, Relly’s Dreams, Catalina y Bock, cortes que se han quedado fuera del plástico oficial pero que son un regalo para los incondicionales seguidores de Band of Horses, entre los que me incluyo.
En definitiva, estamos ante un disco excepcional que necesita tiempo para disfrutarse en toda su magnitud. Al principio nos quedaremos con dos o tres canciones pero conforme vayamos acumulando escuchas descubriremos una obra completísima y cuidada hasta el más mínimo detalle. Así que dadle una oportunidad y no dejéis de escucharlo. No dejéis de darnos vuestra opinión a través de los comentarios a esta entrada.