Rescatando discos: Joaquín Sabina – Joaquín Sabina y Viceversa en Directo (1986)

Joaquín Sabina, genio que juega con conceptos más o menos mundanos casándolos con letras magistrales, grabó y editó este disco en el lejano 1986, al margen de Movidas Madrileñas y de modas que al fin y al cabo van y vienen, Sabina y su estilo único a caballo entre el Rock y la música de cantautor firmaron un trabajo sobresaliente que sentó las bases para una carrera que ha hecho de lo minoritario un producto que hoy en día consumen millones de hispanohablantes en todo el mundo.

Sabina ya había editado un trabajo en directo anterior, La Mandrágora, con Javier Krahe y Alberto Pérez Lapastora en 1981, lo cual le confiere un carácter muy particular, siendo pues el trabajo que nos ocupa el primer directo de Sabina en solitario y con (casi) todos los temas interpretados suyos. Por otra parte, Sabina ya tenía un número respetable de canciones en su repertorio, editadas en cuatro discos de estudio anteriores, que cuentan con algunos de los mejores temas del interprete jienense, si bien muchos de sus himnos actuales aún no habían visto la luz ya que pertenecen a sus trabajos de los años 90, y que también son autenticas obras maestras.

Aquí nos encontramos con un doble LP o CD que reúne veintiún canciones que forman un prisma a través del que vemos la perspectiva que tiene Sabina del mundo, de la realidad que le rodea. El concierto, celebrado en el Teatro Salamanca de Madrid, también fue editado en VHS y posteriormente en DVD, pero con una selección de doce canciones distinta a la del disco.

El primer tema es Ocupen Su Localidad, con el que Sabina da la bienvenida al público, avisándoles ya desde el primer momento de la temática predominante de lo que van a escuchar.

El joven marqués de Sade actuará a continuación

sodomizando a una monja del sagrado corazón.

El conde Drácula chupa sangre de un espectador

cuando se escuchan disparos y muere el apuntador.

Y sin más dilación, Sabina se dispone a abducirnos con uno de sus temas mitológicos, Cuando Era Más Joven. Se trata de un tema que dota a las penurias de juventud de un halo de melancolía y nostalgia muy particular, con el que rápidamente Sabina despierta en nosotros un poderoso sentimiento de empatía, poniéndonos de su parte desde el principio. Sigue con Princesa, otra canción que ocupa un lugar destacado en la discografía de Sabina, que nos presenta el retrato de una chica marchitada por los errores de juventud, que la han llevado a la marginación, la miseria y el desamor.

A continuación el tema Hay Mujeres cuenta con la colaboración de Ricardo Solfa, que pone la voz principal en esta loa descriptiva de los distintos tipos de mujer vistas por el particular enfoque de Sabina, claro está. Con Zumo De Neón se cambia a un ritmo mucho más animado alejándose del sonido propio de cantautor eléctrico, dándonos una de esas panorámicas sociales tan certeras, con una cantidad de asociaciones de conceptos tan únicas como el propio Sabina. Sigue con El Joven Aprendiz De Pintor, en la que Sabina pasa factura a críticos, representantes y artistas que le negaron el pan y la sal cuando empezaba, y que ahora se arriman al Sol que más calienta.

En Cómo Decirte, Cómo Contarte Sabina nos da una nueva lección de realidad, desde una perspectiva instalada en el relativismo tanto filosófico como moral. Sigue con Tratado De Impaciencia nº1, relatándonos una cita de carácter más cercano al escarceo sexual que amoroso la cual nunca ocurrió; y con Qué Demasiao, en la que narra las vivencias de un joven delincuente perteneciente al lumpen de la época, en la más pura tradición de El Vaquilla. Termina el primer CD (o vinilo) con Juana La Loca, en la que con un ritmo guasón y festivo, Sabina nos cuenta la historia de un gay que tiene una doble vida, por una parte mujer e hijos y un trabajo respetable (según los cánones sociales de los años 80) y por otra sus encuentros amorosos clandestinos, y que un buen día decide que ya basta de reprimirse a sí mismo y sale del armario.

Empezamos la segunda parte del disco con Calle Melancolía, una de mis canciones favoritas no ya de Sabina sino en general. Sabina nos regala lo que es sin duda una magnífica poesía urbana especialmente acertada, construida con dos de sus ingredientes fetiche: la soledad y el desamor, aunque al final nos deja una rendija para la esperanza. Llega el turno de Luis Eduardo Aute en el escenario, que interpreta Pongamos Que Hablo De Joaquín, tema dedicado a Sabina, en el que esboza un retrato de su amigo como filósofo de lo terrenal, bohemio poeta y degustador de placeres y excesos. Sigue con Caballo De Cartón, donde Sabina se pone en la piel de una joven mujer ahogada por la rutina del trabajo y la monotonía, que solo rompe por las noches gracias a su vida noctámbula.

Con el tema Cuervo Ingenuo de Javier Krahe, interpretado por este como voz principal y con Sabina haciendo los coros, llegó la polémica, pues este tema es una ácida crítica al entonces presidente del gobierno, Felipe González, por sus mentiras en relación al ingreso de España en la OTAN y otras cuestiones relativas a las libertades civiles. La respuesta del gobierno a esta crítica fue apagar las cámaras de TVE para no retransmitir este tema en un especial dedicado a Sabina por la televisión pública que debía emitir el concierto integro. Por fortuna tenemos en la red constancia de este magnifico ejercicio de libertad, aunque la calidad de imagen no sea la mejor merece mucho la pena verla y escucharla.

El siguiente corte es Whisky Sin Soda, una de esas declaraciones de intenciones de Sabina, en la que queda retratado (otra vez) como hedonista y mujeriego crápula sin más preocupación que hacer del carpe diem y de un materialismo humanista su leit motiv. Como contraste, Rebajas De Enero es una oda al amor responsable y monógamo, de una pareja común que opta por la vía de una vida estándar. Como dice en ella: emociones fuertes buscadlas en otra canción. Sigue con _ Adiós, Adiós_, en la que canta Javier Gurruchaga, co-compositor de la misma. Recordemos que en estos años Gurruchaga y su Orquesta Mondragón gozaban de una gran popularidad. El tema redunda en la filosofía sabiniana (No soy un tipo complicado de delicado paladar; cualquier mujer es mi mujer, cualquier cuarto de hotel mi hogar).

Llegamos a la recta final del disco con Pisa El Acelerador, en la que Gurruchaga permanece en el escenario y canta junto a Sabina. Se trata de una canción muy sencilla que habla de disfrutar de la vida viviendo deprisa, para llegar a Pongamos Que Hablo De Madrid, otra de esas canciones patrimonio de la música, dedicada a la ciudad de Madrid, a la que presenta como un lugar gris dejado de la mano de Dios, pozo de desesperanza y sordidez, pero al que Sabina pertenece como otro elemento más del paisaje. Dedica la canción a Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid que había fallecido recientemente.

El fin de fiesta llega con Eh, Sabina, dedicada a los múltiples vicios de los que ha hecho gala su autor durante buena parte de su vida, y que han formado parte fundamental de su personaje, hasta que la salud dijo basta. Prácticamente sin solución de continuidad, llega la breve Despedida, que no tiene más función que la que su propio nombre indica, dejando al espectador con un gran sabor de boca tras haber disfrutado del arte de uno de los mejores letristas que ha dado España. Con la intención de compartir esta obra maestra de nuestra música popular con todos vosotros, os dejamos la lista de reproducción en Spotify, esperando que la disfrutéis como merece.