Los Beatles. Abbey Road. Palabras mayores. No es nada nuevo decir que el disco que hoy nos traemos entre manos es uno de los más grandes de la historia de la música. ¿Quién no ha visto montones de veces la mítica portada? Podríamos decir que la fotografía de los componentes de la banda cruzando el paso de cebra se encuentra en la memoria colectiva de todos nosotros y se trata de una de las imágenes más icónicas del siglo pasado siendo recreada e incluso parodiada en multitud de ocasiones. Pero lo verdaderamente importante es lo que hay dentro de esa carátula y todo lo que se esconde detrás. ¡Vamos a hablar un poco de ello!
The Beatles: su momento cumbre
El 26 de septiembre de 1969, fecha en la que se publicó Abbey Road, The Beatles ya contaban con toda la fama que desearía tener cualquier grupo y con el reconocimiento de crítica y público a toda una trayectoria de grandes éxitos. El grupo de Liverpool ya era, prácticamente, leyenda. Este disco sería considerado por muchos como su obra cumbre.
Aunque Let It Be se publicase unos meses más tarde que el álbum que hoy nos ocupa, éste fue el último que grabaron conjuntamente en los míticos estudios londinenses. George Martin fue el encargado de producir el disco, bajo una petición de Paul McCartney: hacer un disco como los de antaño, como los que hacían antes de que las relaciones internas entre los componentes se viniesen abajo. Martin tomó las riendas del último proyecto de la banda, el proyecto en el que el ambiente se encontraba más cargado, más tenso… Y ahí, entre las llamas, se forjó uno de los mejores discos que grabaron.
Todas las pistas están cubiertas de un sentimiento de nostalgia, cargadas de emoción. El grupo sabía que lo que estaban haciendo no iba a durar para siempre y de alguna manera, podían sentir que estaban firmando una despedida.
Abbey Road: el fin de una banda
Los 47 minutos que dura la reproducción de las dos caras del vinilo nos permiten despedirnos de todos los componentes del grupo a través de unos que temas que bien podrían servir como un repaso a toda su carrera.
De Lennon podemos escuchar Come together, I want you (She’s so heavy), Sun king, Mean Mr. Mustard y Polythene Pam siguiendo la estela de ritmos psicodélicos marcada con discos anteriores, pero dejando espacio también para las guitarras más clásicas.
McCartney aportará al álbum canciones como Maxwell’s Silver Harmer, Oh! Darling, You never give me your money, She came in through the bathroom window, Golden Slumbers, The end y Her Majesty, apostando por acercarse a temas reconocidos anteriormente como Hey Jude.
Por su parte, Starr es el compositor de la archiconocida Octopus’s Garden, su segunda composición para la banda cargada de frescura y buenrrollismo.
Harrison, en mi opinión, es el gran eclipsado del grupo. Para Abbey Road escribió Something y Here comes the sun, que sin duda, bajo mi punto de vista, son dos de los temas más emocionantes del álbum. Siempre me preguntaré que canciones hubiera hecho el bueno de George si el binomio Lennon-McCartney no hubiera tenido tanta importancia por encima del resto de componentes. Dotes no le faltaban para alcanzar a los otros dos artistas, ni mucho menos.
Quería hacer especial hincapié en el tema The End, ubicado el último de la cara B. En él, todos y cada uno de los integrantes realizan un solo, tratándose de una despedida en toda regla, como esas en las que se van presentando a los integrantes de una banda al finalizar un concierto. Es sin lugar a dudas de un adiós a los fans, de una carta de despedida firmada en tiempos de guerra.
Quizás la grabación de éste álbum fue un remanso de paz en las turbulentas relaciones que mantenían los componentes por aquel entonces. ¿Quién sabe? Ya conocemos eso que dicen de que la música amansa a las fieras. Lo que sí que queda claro es que, a parte de la situación amistosa en la que se encontrasen Lennon, McCartney, Harrison y Starr, en el año 1969 consiguieron publicar su último disco; disco que más de 40 años después seguimos recordando y desgastando en nuestros reproductores y que ya ha pasado a convertirse en una leyenda de la música.