Como dirían en los suburbios de yanquilandia, this is the real deal now. Ya te hemos dado las canciones, pero hay algo que todo buen fan del metal que se precie adora, un concepto que para el resto de los mortales parece estar cayendo en desuso y que yo voy a aprovechar para reivindicar en este artículo: Los álbumes, los discos completos, el modus vivendi de la industria musical durante mucho tiempo.
Poniéndolo todo desde otra perspectiva, poco más o menos hasta la aparición del Sgt. Pepper’s Lonely Heart’s Club Band de los Beatles, lo que se tenía como vendible y en lo que muchos artistas y compañías discográficas se centraban era en conseguir buenos singles, o lo que es lo mismo y para los que no conocieron la época del vinilo, discos de siete pulgadas con un agujero muy grande en medio que se reproducían a 45 revoluciones por minuto y que tenían una canción por cada lado.
Resumiendo, en esos discos pequeños se colocaba en la cara A la canción fácilmente reconocible, colocable o vendible, y en la cara B se solía poner siempre un tema que se solía considerar de relleno. Sin embargo, en la historia de la música hay caras B que han acabado pasando a la cara A y consiguiendo un éxito tremendo, como pasó con el Satisfaction de los Rolling Stones, pero esto ya es otra historia.
Como íbamos diciendo, el single era lo que se vendía. Se buscaba siempre grabar un buen hit que se pudiera colocar fácilmente, pero cuando los Beatles lanzaron el álbum anteriormente mencionado las reglas del juego cambiaron. En parte por lo aventurero de su propuesta porque se trataba de un disco conceptual, y en parte porque esto le dio valor al álbum como entidad propia.
El concepto del disco como un ente completo lo aprovecharon los grupos de rock progresivo como Yes, que en muchas ocasiones fueron grandes inspiraciones para las bandas de metal, que recogieron el testigo e intentaron dotar a los discos de una entidad propia, igual que habían hecho sus ídolos antes, y es el aura que envolvió a muchos álbumes hasta incluso el día de hoy.
Por eso mismo nosotros vamos a ofrecerte diez álbumes de metal que consideramos imprescindibles para cualquier persona que acabe de iniciarse dentro del metal repartidos en dos artículos.
Black Sabbath – Black Sabbath (1970)
Lo decía mi compañero Víctor en el artículo al que te remití antes: Black Sabbath prácticamente parieron el género y son una de sus piedras angulares. Quizá pueda resultar demasiado para alguien que acaba de llegar, pero como yo siempre digo hay que ir al origen y buscar la fuente. De aquí sale todo, Tony Iommi escribió todos los riffs buenos y los demás se limitan a copiarle.
Deep Purple – Machine Head (1972)
De acuerdo, puede que no sea el mejor, y hay quienes piensan que In Rock es un disco muy superior a este –a mi juicio el mejor trabajo de Deep Purple no es ninguno de estos dos–, pero si hay uno que tiene la palabra “OBLIGATORIO” escrito en mayúsculas a lo largo de la portada es Machine Head. Aquí se recogen la mayoría de los temas de los Purple por antonomasia, y es de escucha obligada junto con el ya nombrado In Rock.
Motörhead – Ace of Spades (1980)
No sé si debemos hablar de Ace of Spades como el mejor álbum de Motörhead. Pasa un poco como con AC/DC, han variado tan poco su fórmula a lo largo de los años que todos los discos te parecen igual de buenos –bueno, más o menos, hay alguna excepción–. Sí es cierto que Ace of Spades es de lo más representativo de la carrera del grupo liderado por Lemmy, y por tanto debe aparecer en esta lista.
Iron Maiden – The Number of the Beast (1982)
The Number of the Beast supuso el espaldarazo definitivo que Iron Maiden necesitaban para ganar la fama a nivel mundial, además del primer álbum con Bruce Dickinson en las labores vocales. Está considerado universalmente como su mejor álbum con diferencia, y supone otro hito más que añadir a esta lista.
Megadeth – Peace Sells… But Who’s Buying? (1986)
Segundo álbum en el haber de la banda liderada por Dave Mustaine. Sigue muy claramente la línea del thrash metal que ellos ayudaron a definir, y aunque quizá Rust In Peace sea un disco más famoso o con más repercusión, Peace Sells… es más completo a nivel musical, mucho más jazzístico y lleno de líneas intrincadas que lo hacen muy interesante.
Y hasta aquí la primera parte de nuestro especial dedicado a diez álbumes que deberías conocer para iniciarte en el metal. Mañana la segunda parte, y esperamos que estos discos te ayuden a valorar el género de otra manera y te ayuden a introducirte mejor en este apasionante mundo.