Análisis de Bloodstone and Diamonds, nuevo trabajo de Machine Head

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Machine Head

Machine Head es una de mis debilidades, no tengo ningún problema en reconocerlo. Llevan sin decepcionarme prácticamente toda su carrera, mi fe en ellos es tan inquebrantable que incluso después de haber editado The Burning Red y Supercharger seguí apoyándoles y diciéndole a todo el mundo que la tormenta pasaría. Y vaya si pasó.

Desde que editaron Through the Ashes of the Empire, Machine Head llevan encadenando un gran disco detrás de otro. Desde su regreso al “buen camino” han escrito algunas de mis canciones favoritas como Imperium o Aesthetics of Hate, y es que de momento desde el ya mencionado Through the Ashes… a su anterior oferta Unto the Locust no habían fallado ni una sola vez.

Si su anterior álbum a mi me hizo pensar que estábamos ante una continuación más que digna a The Blackening, y que además sería muy complicado igualar –ya no digamos superar– lo conseguido con Unto the Locust, estaba equivocado.

El disco

Bloodstone_&_Diamonds_album_cover

Bloodstone and Diamonds supone no sólo el regreso de la banda de Oakland a la más rabiosa actualidad metalera, sino que también les sirve para estrenar a su nuevo bajista Jared MacEachern, que viene a sustituir a Adam Duce. El disco ha sido producido por Colin Richardson, famoso por hacer que cosas que ya suenan contundentes sean más bestias todavía –al debut de Machine Head me remito, o al Bloodthirst de Cannibal Corpse–, y como cabe esperar suena francamente bien.

Antes de entrar a analizar con algo más de detalle este álbum, me gustaría incidir sobre las críticas negativas que este disco ha recibido. Entiendo que los fans del metal somos de los más vocales y críticos cuando una de nuestras bandas hace algo que no nos gusta, pero si algo ha conseguido este nuevo álbum de Machine Head es polarizar a la audiencia. Yo, personalmente, no creo que se merezca esas malas críticas. ¿Que hay canciones que sobran? Eso es indiscutible. Ahora bien, que estemos de acuerdo en cuáles sobran… eso ya lo dudo más.

En detalle

Como digo anteriormente, igualar a Unto the Locust no era fácil. Igualar a The Blackening, como también dije antes, es casi imposible. Bloodstone and Diamonds se coloca en un estándar de calidad muy cercano al de Unto the Locust. Todavía no he digerido este disco hasta el punto de quemarlo como hice con su álbum anterior, así que no puedo decir si lo supera ampliamente o si no lo alcanza por poco. Insisto, está muy cerca.

A nivel instrumental podemos esperar encontrar lo típico de Machine Head: guitarras poderosísimas de Phil Demmel y Robb Flynn, que sigue sorprendiéndome también con su voz a cada nuevo disco. Dave MacClain es el mejor batería para Machine Head, y Jared MacEachern cumple con solvencia su tarea de sustituto de Adam Duce.

A nivel de temas personalmente me quedo con Now We Die, Killers and Kings, In Comes the Flood y Sail Into the Black como lo mejor del disco. Por lo demás, hay temas que no están mal y otros que directamente sobran. Por ejemplo, Game Over, un ejercicio festivo más cercano al punk rock no debe durar seis minutos y pico. Cuatro como mucho, y estoy siendo generoso.

Y es que escuchando Bloodstone and Diamonds uno no puede evitar tener la sensación de que han querido sobrecomponer, quizá caer en un exceso de incorporar secciones intermedias que en ocasiones funcionan –como en los temas que destaco en el párrafo de arriba– y en ocasiones no deberían estar ahí. Entiendo que Rob Flynn y el resto de la banda se pueden encontrar en un momento de madurez compositiva que quiere llevarles a explorar y experimentar, intentar dar un aire más progresivo a su música, pero eso no siempre es un acierto.

Conclusiones

80

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p> En general, Bloodstone and Diamonds deja buen sabor de boca como cabría esperar. Es todo lo que podríamos esperar de un disco de Machine Head, ni más ni menos. Todos los elementos típicos de la música de la banda de Oakland están ahí, aunque en este caso me inclino a pensar en que se pueden estar volviendo algo formulaicos y genéricos. No obstante, el estándar de calidad, insisto, está a la par con el de Unto the Locust, que en su momento me encantó, y eso para mí justifica de sobra la nota que se lleva.

Archivado en Análisis, Bloodstone and Diamonds, Machine Head
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Comentarios (8)

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