Marilyn Manson –ese cantante discretito que toda madre querría como esposo para su hija– se desplomó la pasada noche del 6 de febrero de 2013 durante su concierto en Canadá. Antes de venirse abajo vomitó en repetidas ocasiones y no pudo si quiera acabar su interpretación de The Beautiful People, muy buena por cierto.
Desde TMZ nos informan que Manson padecía una gripe desde el día anterior y los síntomas eran bastante fuertes. Le recomendaron reposar en el hotel y cancelar o posponer su actuación pero el cantante se cerró en banda y decidió no defraudar a su público.
Tras el suceso el cantante no se dirigió al hospital –como hubiese hecho todo hijo de vecino– y prefirió descansar en su habitación alegando que tan solo se sentía agotado y no necesitaba ningún tipo de hospitalización.
Fuentes afirman que el pasado mes de enero Marilyn Manson había demandado a una mujer que aseguraba estar comprometida con el cantante y que, cuando Manson pidió que lo dejasen en paz, fue calificado como pro-nazi. Brian Warner –el nombre real de Marilyn Manson– ha demandado ya en más de cinco ocasiones a Yolanda Tharpe –la mujer supuestamente comprometida con él– por difamación, apropiación indebida de la ley común derecho de publicidad, uso ilegal del nombre de Manson con fines comerciales y la imposición intencional y negligente de angustia emocional. Pide como compensación 30.000£, ahí es nada.
Yolanda Tharpe no conforme con todo esto incluso comenta que el cantante está aún al acecho y ha sido responsable de la muerte de sus dos gatos.
Y yo pensando que el Sálvame Deluxe era ya demasiado.