Quizá para entender cómo Chuck Schuldiner cambió tan radicalmente de dirección musical sorprendiendo a propios y a extraños a partir de Individual Thought Patterns; para luego seguir una línea que culminaría con el enorme The Fragile Art of Existence de su proyecto Control Denied haya que referirse a dos discos: Spiritual Healing y éste que nos ocupa, por orden cronológico.
Sin embargo, antes de meternos en la tarea de analizar con más detalle lo que Human fue en su momento, hagamos un poco de historia. Death se formaron originalmente como Mantas en Florida en 1983. Desde entonces el grupo editó un total de siete álbumes y se caracterizó por un constante ir y venir de músicos -siendo Chuck Schuldiner el único constante- hasta que se disolvió en 1999 coincidiendo con la grabación del disco de Control Denied -del que también daremos buena cuenta en esta sección-. Schuldiner moriría dos años después como consecuencia de una neumonía, contraída en el hospital donde se le operó de un tumor cerebral.
Ahora que estáis puestos sobre antecedentes, ya podemos entrar a hablar del disco en sí. Human supone, como decía más arriba, un puente entre su primera época más cruda y directa y sus últimos años más progresivos y técnicos. Sin embargo y también como comentaba con anterioridad esto ya se podía apreciar en el predecesor de éste, Spiritual Healing, todavía bastante cercano al death metal tradicional:
Podría decirse que a Schuldiner por fin le habían podido las influencias de Rush y otros grupos como Watchtower -Schuldiner siempre dijo que Control and Resistance era uno de sus discos favoritos- y había decidido lanzarse a experimentos más aventureros y diversos. Y la jugada le salió redonda, porque a pesar de haber sido grabado y editado entre 1990 y 1991 sigue sonando fresco y actual, quiero creer que no sólo a nivel musical, sino también por la excelente labor que realizó en la mesa de sonido el nunca lo bastante bien ponderado genio Scott Burns. A ello habría que sumarle, por cierto, la excelente labor de los miembros de Cynic -Kindly Bent to Free Us aparecerá en breve en nuestros análisis- Sean Reinert en la batería y Paul Masvidal en la segunda guitarra y el no menos deslumbrante estilo de Steve DiGiorgio (Sadus, Testament) en el bajo.
Escuchando detenidamente temas como Suicide Machine o See Through Dreams se ve claramente el germen de grupos actuales que cultivan el género más técnico como Obscura, Spawn Of Posession, Decrepit Birth en sus últimos lanzamientos o Psycroptic, y esta sensación se acentúa más en posteriores trabajos de Death. De principio a fin Human es un álbum totalmente redondo y sin fisuras, donde también podríamos destacar Secret Face, Flattening of Emotions y Lack of Comprehension como lo más fácilmente reconocible a priori.
Human es, en definitiva, una experiencia auditiva. Tiene lazos tanto con el mundo del death metal como con el mundo del progresivo, algo que hoy ocurre muy a menudo pero que en los ’90 era prácticamente una misión suicida. La comunidad deathmetalera de por entonces no estaba para experimentos y había que ser muy bueno en lo tuyo para que los aceptase sin cortapisas. Obviamente Death lo consiguieron, dejando este trabajo como parte de un legado que es material de estudio en algunas universidades estadounidenses.