Rescatando discos: Gamma Ray – Heading for Tomorrow

Antes de lanzarme a comentar a lo loco por qué este disco se merece estar aquí, me gustaría situar el marco histórico en el que Heading for Tomorrow vio la luz, de tal forma que podáis entender mejor por qué este es un clásico absoluto del heavy metal y del power metal europeos por derecho propio.

Kai Hansen fundó Helloween junto a Michael Weikath, Markus Grosskopf e Ingo Schwitchtenbwerg en 1984. Inicialmente, Hansen tocaba la guitarra y cantaba. En ese mismo año firmaron un contrato discográfico con Noise Records que los llevó a aparecer en un recopilatorio llamado Death Metal -nada que ver con el género- junto a contemporáneos suyos como Running Wild. En 1985 grabaron un mini-LP homónimo y su primer álbum completo, Walls of Jericho. Un año más tarde y tras aducir que tenía problemas para tocar la guitarra y cantar al mismo tiempo, Helloween reclutarían al vocalista Michael Kiske, que relevaría a Kai Hansen del puesto vocal y lo dejaría en la mucha menos agotadora tarea de tocar la guitarra. Con la formación Kiske – Hansen – Weikath – Grosskopf – Schwitchtenberg grabarían las dos primeras partes de los discos Keeper of the Seven Keys -a los que también les dedicaremos un especial en el futuro-, dos trabajos que han influido a varias generaciones de músicos y que han hecho historia en el mundillo.

Tras la edición de la segunda parte y por motivos que aún no están claros del todo -hay diferentes versiones, desde un affaire de Hansen con la novia de uno de los miembros de Helloween pasando por diferencias musicales y por el descontento sobre la dirección de Helloween en aquel momento-, Kai Hansen se bajaría del tren en marcha. Sus ex-compañeros seguirían la gira correspondiente al segundo Keeper of the Seven Keys con el fichaje de Roland Grapow. Él, por su parte, ya estaría madurando un nuevo proyecto que se tradujo en Gamma Ray.

Este nuevo grupo daría a luz en 1990 el disco que nos ocupa, con Kai Hansen a cargo de todas las partes de guitarra y el vocalista Ralf Scheepers -actualmente en Primal Fear- como únicos miembros permanentes y con los músicos de sesión Uwe Wessel al bajo y el batería Matthias Burchardt. Para muchos fans y críticos, Heading for Tomorrow es la auténtica tercera parte de la saga Keeper of the Seven Keys. Y entre ellos yo me incluyo. ¿Por qué hago esta afirmación tan rotunda? Sencillo: muchos de los temas incluidos en Heading for Tomorrow podían haber aparecido en un próximo disco de Helloween tranquilamente, y habrían consolidado la popularidad de aquellos de haber sido así y no de esta manera.

A nivel de temas, desde la inicial Lust for Life a Heading for Tomorrow es perfecto. No tiene ni una sola falla y es un himno tras otro, a destacar especialmente Heaven can Wait -que sigue presente en los directos del grupo a día de hoy-, Space Eater y The Silence como mis favoritas personales, amén de la ya citada Lust for Life. El sonido es el típico de aquellos años, la producción recuerda mucho a la de la segunda parte de Keeper of the Seven Keys y corre a cargo del jefe de Iron Savior, Piet Sielck. A pesar de todo, el álbum suena fantástico y fresco incluso a día de hoy. Las labores de Hansen a la guitarra y los despliegues vocales de Scheepers son más que dignos de mención, dándole un gran plus a un disco que todo fan del heavy metal que se precie debería escuchar.

Como conclusión, Heading for Tomorrow es un clásico atemporal de los de verdad, de esos que puedes escuchar en cualquier momento y seguirá sonando igual de bien que la primera vez que lo hiciste. Al término del artículo os dejamos el disco para escuchar y os recomiendo que lo hagáis, porque si no lo conocéis os vais a llevar una sorpresa realmente grata.