Quedan ya muy lejos aquellos años en los que Alice In Chains abrían la gira Clash of the Titans con Slayer, Megadeth y Anthrax como atracciones principales. También quedan muy lejos aquellos públicos hostiles a los que tenían que enfrentarse cada noche. A finales de los ’80 y principios de los ’90, ellos iban a ser un relevo generacional que a día de hoy nadie tiene claro si era necesario, las discusiones al respecto siguen. Y como ellos, tantos otros: Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Melvins, Mudhoney… La lista de bandas del llamado grunge es muy seminal y muy conocida por todos.
De los nombrados más arriba, la mayoría tenían fuertes lazos con el punk rock y el hardcore (Nirvana por ejemplo eran fans de Flipper, que fueron responsables directos de lo que emergería en Seattle sin saberlo) mientras que Alice In Chains era un compendio de estilos con una fuerte raíz metalera. De hecho, de toda la escena de Seattle son los únicos que lo reconocen abiertamente, cosa que no ha impedido a Jerry Cantrell y compañía convertirse en uno de los grupos más respetados de los últimos veinticinco años.
Y es que en estos últimos veinticinco años Alice In Chains han pasado por toda clase de cosas, la muerte de dos ex-miembros (la del vocalista Layne Staley en 2002 se sigue lamentando a día de hoy) y una separación casi definitiva incluidas. A pesar de todo volvieron a la carga en 2009 con Black Gives Way To Blue, un disco que había perdido la contundencia de otros esfuerzos del grupo como Dirt (para mi gusto lo mejor de su discografía) o su primerizo Facelift pero que ganaba en pasajes intimistas. Pues bien, este The Devil Put Dinosaurs Here sigue el mismo camino. Sin embargo, esto no significa que la calidad del trabajo sea menor, ni mucho menos. A diferencia de lo que se podría decir de otros dinosaurios de la escena como Morbid Angel o Metallica, Alice In Chains han envejecido bien y con tino, elaborando desde hace cuatro años discos más maduros, reposados y que miran hacia el interior de uno (más en concreto, hacia el interior de Jerry Cantrell, que ahora carga con todo el peso compositivo).
Si bien la contundencia ha dado paso a discos más etéreos, ambientales y en ocasiones opresivos y fangosos (donde se aprecia la influencia de Black Sabbath de forma más que palpable), siguen teniendo momentos que recuerdan más a Them Bones o Man in the Box como queda patente en Phantom Limb (la sección media es absolutamente demoledora). Un ejemplo de esos pasajes decadentes y opresivos sería uno de los singles del disco, Hollow, que podéis escuchar aquí abajo:
Pretty Done y Stone son dos de mis favoritas junto con el tema que da título al disco. En casi todos los temas encontramos una atmósfera muy oscura (mucho más que en trabajos anteriores, sobre todo porque temas como Sick Man tenían más que ver con sus experiencias en el lado más sucio de la vida), casi me atrevería a decir que experimentan con texturas de post rock (hay algún pasaje acústico que me ha recordado a Red Sparowes) y sonidos más propios del post metal (esos acordes abiertos me han traído reminiscencias de los desaparecidos Isis e incluso de la one-man-band Landforge). El final de Hung on a Hook sería un buen ejemplo de esto que digo y Voices juega más con aspectos más acústicos y post rockeros mostrándonos el lado más intimista del grupo.
A nivel individual, Jerry Cantrell como siempre tremendo. Me encanta la nueva dimensión que le está dando a su habilidad como guitarrista jugando más con espacios abiertos y combinándolos con los riffs más típicos de Alice In Chains. William DuVall es un gran reemplazo para el malogrado Layne Staley y cada día estoy más convencido de ello. Quizá no tenga la mala leche o el soul que tenía Staley, pero su voz se complementa perfectamente con la de Jerry Cantrell y forman una dupla vocal simplemente genial. Mike Inez ha demostrado de sobra su eficacia y buen hacer como bajista no sólo con Alice In Chains sino también con Ozzy Osbourne y con Slash. Sean Kinney sigue pareciendo una especie de Bill Ward en miniatura, marcando ritmos mastodónticos que no hacen sino aumentar el tamaño de los temas.
En resumen, estamos ante un trabajo muy maduro, muy digno y de escucha absolutamente recomendada. The Devil Put Dinosaurs Here es un candidato a disco de 2013 sin duda. El aspecto atmosférico de este disco lo hace ideal para cualquier situación, sobre todo para esos momentos en los que apetece apagar las luces y dejarse arrastrar. Debajo tenéis la lista en Spotify para que le deis una escucha y saquéis conclusiones.