Al ritmo que llevamos, vamos a conocer la totalidad de Drones antes de que este se publique y podamos ir a las tiendas a comprarlo (sí, algunos todavía tenemos esa extraña costumbre). Y no porque se haya filtrado como viene siendo habitual en estos tiempos, sino porque Muse sigue promocionando el disco a base de canciones, que es como debería ser, y no a base de rocambolescas declaraciones u artimañas que utilizan otros artistas.
Y es que son muchos los artistas que son conscientes de que hoy en día resulta casi imposible guardar herméticamente su último trabajo antes del día del lanzamiento, así que son ellos mismos quienes deciden ir ofreciendo, bien poco a poco como es el caso, o bien publicándolo completamente unos días antes en plataformas digitales como Spotify; el fruto de los últimos meses en el estudio.
Primero fue Psycho, luego vino Dead Inside en dos entregas y ahora tenemos con nosotros Starlight… perdón quería decir Mercy. ¿Y que pasa con Butterflies and Hurricanes? Vaya se me ha vuelto a colar. Mercy, la canción se llama Mercy. Pues que por la boca muere el pez. Si Matt Bellamy y los suyos no llevaran meses presumiendo de haber dejado de lado la electrónica, los sintetizadores y teclados de The 2nd Law, si no hubieran proclamado a los cuatro vientos que Drones era “el mejor disco de Muse” y que este tendría un sonido más rock; este Map Of The Problematique no chirriaría tanto; y ya no me disculpo más porque es inevitable pensar en multitud de canciones de los ingleses que ya conocemos.
Y seguramente la culpa sea nuestra, del oyente, por querer que grupos como Muse o Coldplay sean algo que hace tiempo que no son, y que no tienen intención de volver a ser, al menos de momento. Ellos nos envían multitud de mensajes en forma de discos mediocres, y nosotros erre que erre. Sí, seguramente la culpa sea nuestra, porque a pesar de todo, seguimos rescatando un par de canciones de cada disco para nuestra colección personal. Mucho me temo que Drones no va a ser ni la sombra de lo que fue Absolution, pero Mercy (y seguro que algún que otro tema más) nos recuerda inevitablemente a tiempos mejores, por lo que acabaremos incorporándola a nuestro particular repertorio, aun a sabiendas de que nos están dando gato por liebre.
