Es la segunda ocasión en la que celebramos el cuarto de siglo de un disco de la banda maña más conocida del planeta. Y es que hace un par de semanas que uno de los discos más importantes de la música hispanoamericana cumplía la friolera de 25 años. Como no, en Xombit Music hemos pensado que era obligatorio rendir homenaje a Senderos De Traición, el segundo disco de los zaragozanos Héroes del Silencio. Si con El Mar No Cesa clavaron la pica en Flandes, con este álbum acabaron de construir el castillo de la que se convertiría en la banda más importante del rock español de la historia.
Qué se puede decir que no se halla dicho ya, de un disco que ha vendido más de un millón de copias y supuso el reconocimiento internacional, no solo en latinoamérica, sino también en algunos países de Europa como Alemania, Austria, Suiza e Italia. Para empezar, lo que para unos suele ser el reto de la confirmación, para Héroes su segundo disco tenía más bien un carácter de revalida, no porque su debut no tuviera un buen recibimiento, sino porque había una espina clavada con la grabación de su anterior trabajo: plasmar la verdadera identidad del grupo (el rock), que sí se veía reflejada en sus conciertos.
Y es que en numerosas ocasiones los distintos integrantes han reconocido influencias tan variadas como The Cure, Guns & Roses, Joy Division U2 o Dire Straits; pero siempre con el rock como elemento de unión. Con esto en mente se hicieron con los servicios de Phil Manzanera como productor, el cual resulto de una importancia capital, para lograr ese sonido anglosajón pues, debido a sus raíces, aunaba hispanidad e internacionalidad. Es por eso que el salto que existe entre la producción de El Mar No Cesa y Senderos de Traición es tan gigantesco. Uno de los ingredientes que sin duda contribuyeron a hacer de este, el disco que el propio Enrique Bunbury considera como el mejor de la banda.
Un disco que comienza con la fuerza del tema más emblemático del grupo, Entre Dos Tierras, esa canción, que hasta sus muchos detractores disfrutan en secreto. Y es que cuando alcanzas el éxito que consiguieron los de Zaragoza en inevitable que aparezca un ejercito de críticos, por suerte eran (y son) más los simpatizantes. Después de semejante arranque aparece uno de los mayores engaños del grupo, un tema que puede parecer calmado pero que en manos de Bunbury se convierte en un ciclón, Maldito Duende. Un tema del que, a pesar del excelente trabajo de Valdivia, Andreu y Cardiel, el vocalista maño se hace dueño y lo lleva a un nivel de intensidad que se convirtió en marca de la casa.
Y es que el de Senderos de Traición, es la colección de temas más completa de Héroes del Silencio. Prueba de ello es que al grupo y al productor les llevó muchas pruebas y discusiones llegar al orden que al final tendrían las canciones. En lo único que estuvieron de acuerdo desde el principio es en que el tema que abriría el disco era Entre Dos Tierras. Otra prueba de que estamos ante probablemente su mejor obra, es que en el ya histórico Tour 2007, siete de los once temas presentes en la edición original, formaban parte del setlist habitual.
Resulta sencillo quedarse prendado de temas como Hechizo, Oración o la desgarradora La Carta, en las que es fácil apreciar algo que leí una vez sobre los zaragozanos: el factor principal de su éxito, fue que tanto Cardiel, Valdivia como Andreu, supieron sacrificar su protagonismo individual en favor de la canción. Y es que para quien no preste mucha atención, puede que los árboles no le dejen ver el bosque. Las crípticas letras y la sobreactuación de Enrique Bunbury, era sin duda una de sus señas de identidad, pero no eran solo eso. Eran mucho más. Las forma de tratar la guitarra de Juan Valdivia es única, y en España no se ha vuelto a hacer algo del mismo nivel en todos estos años. Y la base rítmica que formaban Cardiel y Andreu era el tornillo que hacía que todo encajara y funcionara a la perfección.
Este es un álbum de los de antes, de los que están pensados para escuchar de principio a fin, y es por ello que el nivel se mantiene en valores muy elevados desde los inicios hasta la maravillosa despedida que es Con Nombre De Guerra (El cuadro II se incluiría en ediciones posteriores), pasando por temas tan representativos como Senda o Decadencia. Un disco en el que podemos encontrar argumentos tan variados como la rebeldía social, resentimientos amorosos, la religión o experiencias con la prostitución. Quizás el contenido sea otra de las causas en las que radica el triunfo de Senderos de Traición y es que cualquiera puede fácilmente identificarse con alguna de sus letras, a lo que ayuda la forma de componer de Bunbury, que siempre dejaba las canciones abiertas a por lo menos un par de interpretaciones.
En definitiva un disco de esos que hay que tener en tu colección personal o por lo menos un disco de los que hay que escuchar antes de morir, un disco que hay que reverenciar por el fenómeno que supuso en este país un grupo como Heroes del Silencio y que no se ha vuelto a repetir. Porque sí, gente que ha vendido más la ha habido, pero que haya dejado un legado de semejante calidad, no. Quizás en los últimos años a aparecido un grupo (del cual me reservo el nombre) que sin hacer algo parecido, pueda llegar a suponer para la música española lo que ha supuesto Héroes Del Silencio.