No es ninguna novedad que objetos o instrumentos que han tenido una gran relevancia en la historia de la música salgan a subasta y se acaben vendiendo por cantidades desorbitadas. Y teniendo en cuenta que Jimi Hendrix es uno de los guitarristas más importantes que ha dado nunca el mundo del Rock, no es de extrañar que algún fan suyo con grandes cantidades de dinero haya pagado un cuarto de millón de euros por la guitarra de la que hablamos.
La guitarra en cuestión es una Fender Stratocaster que Hendrix usó en el Festival Internacional de Pop de Monterey, en junio del año 1967. Aunque lo más curioso de esta noticia es el estado en que se encuentra el instrumento, ya que Hendrix decidió dejarla en el suelo e incendiarla en plena actuación. Lo cuál se ha convertido en un momento inolvidable de la música Rock. En un principio, la idea del guitarrista era no romper la guitarra, aunque finalmente acabó completamente destrozada y inservible.
La idea de quemar su guitarra le vino tras ver como Pete Townshend, guitarrista de la banda británica The Who, rompía su guitarra a golpes ese mismo día. Desde entonces, esa guitarra pertenecía a James Wright, manager de Jimi Hendrix. Pero decidió ponerla a la venta el pasado veintisiete de Noviembre en una subasta que se llevó acabo en Londres, dónde algún fan, altamente adinerado, del guitarrista compró el instrumento por unos doscientos cincuenta mil euros.
No cabe duda de que el afortunado se llevó a su casa un trozo de historia que muchos envidiarán. Aunque tampoco se puede negar que esta es otra de las numerosas excentricidades que ha protagonizado la música Rock desde sus orígenes. Tanto por parte de sus músicos como, en casos como estos, también de sus fans.
