Ya hace veintiún años que Kurt Cobain decidió terminar con su vida a golpe de medicación y escopeta. Ya hace veintiún años que el grunge como tal, pasó al olvido.
Hay quien me dirá que no, pero reflexionemos por un momento: ¿Lo de los Melvins puede considerarse grunge? No lo creo. ¿Qué pasa con Pearl Jam? Pues que más o menos siempre han sido un grupo de rock al uso, un poco como Alice In Chains, si bien estos siempre han tenido un pie dentro del metal. ¿Y con Mudhoney? Más metidos dentro del rollo noise de Sonic Youth que otra cosa.
De otros como Tad o Screaming Trees mejor ni hablamos. Personalmente nunca entenderé qué tiene Mark Lanegan para que la prensa musical independiente estadounidense se deshaga en elogios hacia él –siempre he pensado que Howe Gelb se lo merecía más aunque esté en otra onda, personalmente– cuando Screaming Trees eran un grupo clon de una fórmula que funcionaba. Y hasta aquí mi parte crítica.
El grunge en su sonido más puro, tal y como yo lo entiendo, es el que nace de la rasposa voz y las letras torturadas y crípticas de Kurt Cobain. En esencia, para mí el… ¿axioma? “Nirvana es igual a grunge” se cumple. Habrá quien piense que es una aproximación simplista, y puede que no se equivoque, pero como ya dije antes muchos grupos que cayeron dentro del saco eran o bien bandas que tenían que ver más con el rock de toda la vida, o clones de una fórmula original.
Kurt Cobain consiguió sintetizar muy bien las emociones por las que pasa una persona que sufre ciertas carencias cuando atraviesa la adolescencia, y las colocó de forma magistral en pentagramas y palabras. Los cambios bruscos entre partes con guitarras en limpio y sonidos semiacústicos, a secciones distorsionadas y contundentes, no son más que un reflejo de la personalidad variable de un adolescente, así como una semblanza del mundo interior del autor de esas canciones.
Por eso mismo hoy hemos querido recordar a Kurt Cobain con las que para nosotros son las mejores canciones que registraron Nirvana, incluyendo esa supuesta dedicatoria a Courtney Love llamada You Know You’re Right, último tema completo que grabó el grupo y que a mí personalmente me parece de lo mejor de su producción.
Kurt Cobain nunca encontró la paz en vida. Aunque suene duro o triste, esperemos que su desesperado acto de hace más de veinte años le haya traído la serenidad que siempre buscó y nunca encontró.