Y con esta ya son cuatro, cuatro entregas hablándote de clásicos que debes conocer si acabas de llegar al metal. Te dimos una lista genérica de álbumes y su correspondiente segunda parte, y la semana pasada cubríamos el aspecto del thrash metal americano. Esta semana finalizamos nuestro repaso en álbumes de este estilo con la vertiente europea del género, mucho más agresiva y directa, y es que en general creo que los europeos teníamos más motivos para estar cabreados.
Entre los álbumes que vais a poder encontrar en esta última parte de este top 10 tan particular se encuentra lo que para mí es lo mejor de la producción de las llamadas “Teutonic Big Four”, o lo que es lo mismo Kreator, Sodom, Tankard y Destruction. A ellos se les une el que para mi gusto es el mejor grupo de thrash metal europeo, pero a eso ya llegaremos más adelante.
¿Fueron ellos los únicos representantes del género en Europa? La verdad es que no. Fuera de las fronteras alemanas, por ejemplo en Inglaterra, teníamos a Sabbat, Toranaga y a Xentrix. En el caso particular de España escuchamos a, entre otros, bandas como Legion, Fuck Off, Estigia o Nopresion.
Lo mejor que puedo hacer es dejarme de rollos y ponerme a la de ya con la última parte de nuestro repaso en álbumes al thrash metal, así que sigue leyendo para saber más sobre grandes álbumes de este género.
Destruction – Eternal Devastation (1986)
Destruction tienen el honor de haber sido de las primeras bandas de su país en haber adoptado el thrash como género, y más o menos siguiendo las mismas raíces que sus contrapartidas estadounidenses. Lo que retrasó mucho la entrada del grupo en la industria discográfica y, por tanto, en los oídos de muchos fans fue el ritmo de caracol al que se movían las cosas en Europa por entonces y la falta de apoyo por parte de los sellos. En 1986 Destruction eran casi tan agresivos en intensos como Slayer para mucha gente, y pocas personas se atrevían a firmarlos o a prestarles apoyo.
La cuestión es que tanto Destruction como otros contemporáneos suyos del otro lado del charco nacieron y crecieron casi al mismo tiempo, con lo cual en Destruction tenemos la prueba más “pura” de lo que es el thrash metal europeo: Generalmente más rápido, machacón y agresivo que el estadounidense, con más influencias punk y en general con más mala leche. Como siempre, para muestra un botón. Eternal Devastation está considerado por muchos como uno de sus álbumes clave, y cuando lo oigas entenderás por qué.
Tankard – Chemical Invasion (1987)
Tankard empezaron en esto muy, muy jóvenes, y no han parado en treinta y pico años. En palabras de su vocalista Gerre, si formaron una banda fue para beber cerveza gratis los fines de semana. Lo último en lo que pensaban era en componer su propia música, ya no digamos grabar con un sello discográfico o girar por el mundo. El caso es que les salió bien.
Siempre se les ha considerado los enfants terribles y más gamberros de la escena europea, con letras muy irreverentes que no se toman en serio prácticamente nada y que tienen la cerveza como tema central. Son también quizá los más manifiestamente punkies de toda la escena germana, y nunca han ocultado su pasión por el género.
Resumiendo, Tankard son un grupo muy, muy divertido, aunque eso no quita que no tengan su buena dosis de contundencia metalera, que combinada con esos aires más punk dan como resultado algo tan interesante como Chemical Invasion, considerado por muchos como su mejor álbum con diferencia.
Sodom – Agent Orange (1989)
La verdad es que Sodom no hicieron thrash como tal hasta el álbum que precede a este, Persecution Mania. Sin embargo y a pesar de lo grande que es ese disco, Agent Orange es ligeramente superior en prácitcamente todos los aspectos, pero déjame aclarar antes el tema del estilo.
Cuando Tom Angelripper formó Sodom estaban fundamentalmente influidos por Venom y Celtic Frost, situándose en la primera ola de grupos de black metal –nada que ver con el movimiento surgido en noruega–. Conforme fueron mejorando su técnica con los instrumentos viraron hacia el thrash, con el punto culmen de esta evolución en el ya mencionado Persecution Mania, y ahí se quedaron.
A nivel de temas, lo cierto es que Agent Orange encarna también muy bien lo que es el thrash metal europeo, aunque con alguna influencia estadounidense que se deja escuchar especialmente en la intro del tema título. Un gran álbum por derecho propio.
Coroner – No More Color (1989)
Este disco, para mí, es la joya de la corona de todos los que te presentamos hoy. Coroner nacieron bajo el amparo de Celtic Frost –de hecho Tom Gabriel Fischer es el vocalista en la maqueta del grupo, Death Cult– y muy rápidamente se posicionaron como la propuesta más cercana al metal progresivo de lo que surgía dentro de la escena thrash europea.
No More Color es un ejemplo perfecto de lo que el thrash metal técnico debe ser: Agresivo a la par que pegadizo, altamente memorable y con riffs afilados como cuchillas y difíciles e intrincados como un dibujo de M.C. Escher. Las habilidades con sus respectivos instrumentos de este power trio les hizo ganar muy rápidamente un puesto en la lista de imprescindibles, y eso no admite discusión posible.
No More Color es también el mejor disco que los suizos editarían, con temazos como Read My Scars o Die By My Hand como máximos exponentes.
Kreator – Coma of Souls (1990)
No podíamos obviar a Kreator en este repaso. Quizá sea la banda más grande de las “Big Four” alemanas, y aunque llevaban ya editando discos desde 1984 dejando por el camino joyas como Pleasure to Kill o Extreme Aggressions, lo cierto es que Coma of Souls sirve para marcar un antes y un después en la carrera de los germanos, y además se lleva la palma como su mejor álbum para mi gusto.
A pesar de que en este álbum se dejan llevar más por las influencias estadounidenses, Kreator siempre han mantenido claras sus señas de identidad y nunca se han casado con nadie. Desde la inicial When the Sun Burns Red, pasando por el hit People of the Lie y llegando al tema título o a Terror Zone, Coma of Souls está plagado de canciones que a día de hoy son himnos de la banda.
Se trata de un clásico por derecho propio, y si quieres tener un conocimiento más profundo de lo que es el thrash metal vale la pena escucharlo con atención.
Y hasta aquí nuestro repaso a los diez álbumes más imprescindibles del thrash metal. Intentaremos dar cabida a otros géneros en próximas entregas de este particular top 10 a base de discos, y esperamos que te sirvan para profundizar más en ese animal extraño e injsutamente tratado que es el metal.
