Rescatando discos: Sabaton – Primo Victoria

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sabaton primo victoria

Hablar de Sabaton es hablar de uno de los grupos “nuevos” que más me ha enganchado en los últimos años, en un punto en el que mi fe en el power metal como tal ya era casi inexistente y pensaba que había desaparecido del todo. En un momento entenderás por qué digo esto.

Marco histórico: Primera mitad de la primera década de 2000. El power metal europeo ya va de capa caída, ya ha perdido casi todo el fuelle después del boom de principios de la década y de finales de los ’90, cada vez hay más grupos genéricos y casi todos con el mismo mal endémico. Este mal o esta enfermedad no es otra que querer ser el que más corre –os estoy mirando a vosotros, Dragonforce– o el que más partes sinfónicas es capaz de encajar.

El éxito de Sabaton empezó a fraguarse en su primer disco, Metalizer. De hecho mucha gente cree que el primer álbum de la banda fue Primo Victoria, pero en realidad fue el segundo. Metalizer fue un álbum que iba a ser editado por un pequeño sello independiente que no recuerdo si quebró o qué pasó exactamente, pero el caso es que no pudieron lanzarlo.

Hagamos un poco de historia antes de continuar. Sabaton se formaron en Falun (Suecia) en 1999 por Joakim Brodén (teclados y voces), Par Sunström (bajo), Oskar Montelius (guitarras), Rikard Sundén (guitarras) y Richard Larsson (batería). Editaron una demo llamada Fist for Fight en 2001 y poco después Larsson sería sustituido tras los parches por Daniel Mullback. Con esta formación grabarían Metalizer y el disco que nos ocupa hoy, y al finalizar la grabación del álbum se añadiría al grupo el teclista Daniel Myhr. Esta formación duraría hasta 2012, pero esa es otra historia para contar otro día.

Como comentaba antes, Primo Victoria es en realidad el segundo álbum de Sabaton, y si antes de oírlo escuchas Metalizer apreciarás un cambio bastante importante. Se nota que el grupo está detrás de ambos discos, pero Primo Victoria tiene los coros pegadizos, las melodías inolvidables y los himnos que se han quedado entre los favoritos de los fans. Y sin embargo, el disco que los convirtió en algo especial fue este.

sabaton

¿Por qué Sabaton fueron tan especiales en una época en la que el power metal estaba en decadencia? Sencillo. Cogieron el estilo y lo volvieron a llevar a lo básico, sin querer ser los más rápidos ni los más sinfónicos del barrio. Sometieron el género a un saludable tratamiento a base de heavy metal añejo con gusto a años ’80, con algún toque sinfónico aquí y allí que ayudaba a aumentar la sensación de epicismo de sus canciones.

Otro rasgo distintivo es que en lugar de dejarse el dragón aparcado en la puerta de la taberna, espadas esmeralda, historias de Tolkien y demás zarandajas fantásticas que podíamos ver en las letras de los grupos de la época, Sabaton apostaban por hablar sobre la historia bélica de Europa. Para bien o para mal, episodios como las dos Guerras Mundiales o la Guerra de los Cinco Días están recogidos por los libros y no pueden borrarse. Para que luego digan que el metal no educa.

Pero como ya dije antes, temas líricos aparte, lo que hizo destacar al grupo por encima del resto fue su vuelta a lo básico: Riffs contundentes a base de progresiones de acordes y no de arpegios imposibles, una batería que suena como una apisonadora; que sabe ir rápido pero también sabe tocar ritmos con peso, teclados pensados para apoyar y añadir atmósfera… Vamos, que los ingredientes para hacer buena música estaban ahí.

En cuanto a la voz, puede que Joakim Brodén no sea el mejor cantante del mundo, pero ha sido una de las señas de identidad más reconocibles de la banda, y otra cosa que los hace muy especiales frente a los millones de cantantes que tiran del típico “tengo-más-rango-que-tú”.

sabaton directo

En fin, hablemos del disco de una maldita vez. Desde el tema título que sirve de pistoletazo de salida a este disco monumental al final con Metal Machine, Primo Victoria está cargado de buenas canciones. De todo el paquete yo recomiendo encarecidamente Primo Victoria, Panzer Battallion, Counterstrike, Into the Fire –mi favorita personal– y Wolfpack.

En ocasiones lo encuentro un poco demasiado sobreproducido, no sé si es lo que pretendía Peter Tägtgren en un principio o si fue lo que le pidió el grupo, pero en ocasiones encuentro el sonido bastante poco contundente y difuso. No obstante tampoco es malo, así que por aquí tampoco se le pueden poner peros.

Puede que no sea universalmente aceptado como el mejor trabajo del grupo –ahí está el debate sobre si es The Art of War, Carolus Rex o Heroes– pero desde luego es el más especial de todos ellos. Primo Victoria fue lo que mostró a Europa que aún había esperanza para un género en decadencia como el power metal y que esa esperanza venía desde Falun, contando historias de guerra y narrando hechos que forman parte de la historia de Europa, por suerte o por desgracia.

Archivado en Metal, Primo Victoria, Sabaton
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