Damos dos curiosos puntos de vista, desde los cuales se dan razones por las que preferir o no desear las fastuosas puestas en escena que tanto se observan en estos tiempos musicales.
Hay que utilizar una gran puesta de escena
Un grandioso escenario con un espectacular cuerpo de baile, luces por todos lados, gran cantidad de humo, una estudiada coreografía para cada canción, un continuo cambio de extravagante vestuario… Una escenografía cuidada al más mínimo detalle para ofrecer un espectáculo inolvidable a los seguidores. Lady Gaga o Kesha, son artífices de ofrecer performances de lo más vistosas, sin olvidarnos de Madonna o la banda Gorillaz, orquestada por Damon Albarn. Estos últimos han conseguido crear de la música una historia, con personajes cuyas tramas se van resolviendo a lo largo de los discos y que podemos disfrutar, en parte, a lo largo de sus conciertos.
Muse ha sido una banda innovadora en lo que a escenografía se refiere. Sus objetos volantes y bailarines en el aire, dan al público una atmósfera de otra galaxia que no deja a nadie indiferente. Estos iconos del rock han conseguido que se hable al mismo nivel de sus discos de estudio, como de sus directos. Todos los artistas mencionados comparten la idea de ofrecer al público un espectáculo que no solamente se limite a lo musical, sino a entregar al espectador todo un arsenal artístico.
No es necesario disponer de una gran escenografía
El artista, su banda en caso de tenerla, y sus instrumentos. No se requiere absolutamente nada más para obsequiar al público un concierto memorable y brillante. No se necesita ningún tipo de escenografía para proponer un concierto con garantías.
Los seguidores de música rock bien lo saben. Grupos como Nirvana, cuya única decoración se basaba de vez en cuando en una alfombra y candelabros. Bandas como Smashing Pumpkins y artistas como Lenny Kravitz no suelen añadir extras de baile ni nada excéntrico en sus grandiosas actuaciones. La música como centro es su lema, no pretenden ni pretendían destacar por otras razones que no fuese su música, donde lo que realmente importa es el mensaje.
Después de leerlo, seguro que tenéis ganas de ver un ejemplo de cada uno, por lo que os dejamos con un directo de Gorillaz y Madonna juntos, a favor de las grandes puestas de escena, y un directo de Lenny Kravitz, donde el artista solamente tiene su banda y sus instrumentos. Opinad qué os parece.
A favor
En contra
Depende del artista y de lo que quiera hacer con esa puesta en escena.
Madonna en su conffesions tour creo que alcanzó el máximo de la puesta en escena, era elegancia pura puesta al servicio de lo que contaba y cantaba. brillante. Lo que ha venido después no tenía ni pies ni cabeza… y del último tour ni hablemos…
En el caso de la Gaga, teneis la actuación de “telephone (acustic) + dance in the dark”. Que aparte de su vestido (siempre estrafalario) era sólo ella. Al piano y después bailando ella sola. Es de mis favoritas y es brillante. Además el sonido que utiliza en ambas canciones no es el del disco y lo hace más especial. Sin embargo no estoy en contra de las actuaciones con gran performance. En japón (en la MTV japonesa) aparecía atada a una tela de araña de la que se desprendía y bailaba y en la siguiente canción, se alzaba en lo alto de la tela de araña que era la propia araña (en ell,a el piano) cantando en acústico otra canción.
Pero otros artistas no necesitan más que lo que son ellos mismos, dos grupos lo consiguen, uno de ellos es Anathema cuyo sonido en directo es inmejorable y The Birthday Massacre que con su juego de luces moradas… a mí me pirran (sin ser profesionales dan un buen directo).
Así que… el público decide 😉
[…] Luis F. Rodríguez en Xombit Music, Puesta en escena en los conciertos: ¿a favor o en contra? […]
Efectivamente, dos maneras de ver y sentir un espectáculo, y cada cual más válida. A me pirran Anathema por cierto ;).
Muchas gracias por dejar tu opinión Chisi :).